Por fin habían acabado ya la limpieza. Las manchas de sangre quizás no saldrían nunca de la alfombra, ni de la madera de las paredes, pero ahora todo se veía más decente, más en orden. Todo equilibrado.
Ambos sujetos estaban sobre el sofá agotados por todo lo que tuvieron que hacer, incluyendo cambiar de cobertor de cama, pues Deadpool la había manchado con sangre también.
-Qué hambre... ¿Ya podemos comer algo?
-Es hora de que te vayas, Wade…
-¡¿Qué?! P-Pero tú dijiste—
-Lo siento, pero tienes que irte- Se levantó y se fue a la cocina- De seguro t